Las cosas habituales pueden tener un sabor diferente, si sólo miramos a nuestro alrededor y tratamos de redescubrir y mejorar las cosas aparentemente simples y habituales.

En el caso de la mozzarella alla caprese, por ejemplo, los verdaderos protagonistas son los tomates y las hierbas frescas. La receta”clásica” implica el uso de tomates de cobre y hojas de albahaca. Puede aprovechar la gran variedad de tomates que se ofrecen en el mercado y en lugar de albahaca use orégano.

Los tomates el corazón del Buey, el cobre, la guinda y la fecha dulce. Aceitunas negras y un puñado abundante de orégano fresco, recién recogido. Espectacular en su simplicidad! Y a pesar de ser un plato extremadamente simple, siempre trato de cuidar la presentación. Para mí, la forma predice la sustancia y sin exagerar con demasiado refinamiento y sofisticación, corté el pomdori y trato de organizar todo de una manera armoniosa. Las verduras ya son hermosas y decorativas por naturaleza y es es suficiente adherirse a su forma al cortarlos.

Primero organizo el Feste redondo de los tomates de cobre, alternando con el Oval Feste del "cuore di bue" y la mozzarella, y luego termino con discos de cereza y pequeñas gotas alargadas del dulce pomdoro datterino.

Un poco de aceite virgen extra, algunas aceitunas negras y una ducha de hojas frescas de orégano.

Algunos platos son como la poesía: cuanto más simples son, más nos excitan.

  

fórmula:

INGREDIENTES PARA 2 PERSONAS:

  • 2 mozzarella de búfala de 125 g cada una
  • 1 tomate corazón de buey”
  • 1 tomate de cobre
  • 2 tomates cherry
  • 4 tomates datterino
  • Un puñado de aceitunas taggiasche
  • 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
  • Hojas frescas de orégano
  • Sal y pimienta q.b.

PREPARACIÓN:
Lavo y seco los tomates muy bien. Cortar en rodajas el "corazón de Buey", el cobre y la cereza. Voy a cortar las fechas por la mitad. También cortado en rodajas de mozzarella y arreglo todo alternando rodajas de tomate y mozzarella que terminan con aceitunas taggiasche, aceite virgen extra y hojas frescas de orégano. Un truco importante que marca la diferencia: nunca sirva mozzarella fría. Este sabroso y delicado queso resiste perfectamente si está completamente sumergido en su suero de leche almacenamiento, durante 4 o 5 días. Solo manténgalo en un lugar fresco, nunca por debajo de 12 grados.